El que va a ser culo desde chiquito apesta.
No mi compa, déjeme le digo, que por tipos como usted perdimos Tejas, la Louisiana, California... y mejor párele de contar.
Mi general Santana era un hombre cabal, no un traidor como la historia dice y todo mundo piensa; lo que pasó en aquella lamentable expedición del Álamo, fue que parte de los que lo acompañaban eran Chilangos y Poblanos.1
En esa gran batalla, en pleno refuego, cuando las fuerzas mejicanas tenían sitiado al general Austin, Santana, que con mucho era el más fajado de todas sus tropas, le dijo a su ordenanza:
---Tráigame un poco de agua.
Eran los meses de calor y Tejas en ese tiempo es un hervidero. Pasaron las horas y por fin regresó el ordenanza:
---General, ya se acabó el agua, nomás queda puro culey--- Santana lanzó una maldición, aventó el fusil y ordenó:
---Corneta: toque retirada; secretario, vendales Tejas, California y hasta lo que no, que paguen como quieran esos hijos de la chingada--- Santana se dijo para sus adentros una y otra vez: yo no se por que estos tipos vienen de tan lejos nomás a darlas.
Los gringos no son pendejos, imagínese mi compa, si así nos tienen bien jodidos, si fueran listos ¿ahorita como nos tuvieran?, ellos mejor que nadie comprendieron en su momento a las tropas de Santana y en honor a esta batalla, a la capital de Tejas le dieron el nombre del general Austin y a otra ciudad del norte del mismo estado, casi colindante con el territorio de Oklahoma, le pusieron Dallas.
1 Fernando Jordan, Cronica de un país bárbaro,Centro Librero La Prensa, S.A. Chihuahua, Chih. México, 1975.